Eco del pasado

En esta galería, el tiempo se detiene.
 

Las mujeres fotografiadas se vuelven pictóricas, históricas, casi legendarias. El blanco y negro es a veces la elección obvia, que nos trae un recuerdo estético, una vieja emoción, un eco de lo que fue - o de lo que imaginamos que fue.

 

Las fotos de tocador adquieren aquí un tono más solemne, casi sagrado. Entablan un diálogo con la historia del arte, desde los frescos antiguos hasta los retratos de estudio del siglo XIX. Pero bajo estas apariencias retro se esconde un punto de vista muy contemporáneo: el de un fotógrafo que juega con los códigos para subvertirlos.

 

Cada modelo se convierte en una figura de época: una mujer retro, una musa victoriana, una diosa olvidada o la heroína de una película de cine negro. Sus poses hablan de algo más que de moda o estilo. Hablan de una postura interior, de un poder silencioso, de una gracia heredada.

 

De vez en cuando, el desnudo artístico entra en escena, siempre cuidadosamente resaltado en una estética controlada. Estas imágenes no son fotos de encanto en el sentido clásico, sino evocaciones sensibles de la belleza congelada en el tiempo. Las fotos de encanto no seducen: sugieren. Nos invitan a imaginar lo que estas mujeres podrían haber sido... o seguir siendo.
 

El erotismo es tenue, nunca frontal, sino inscrito en el grano, en la textura, en un gesto olvidado. Estas fotos sensuales son ante todo recuerdos visuales, un puente entre el pasado y el presente.